La vivienda romana parte de la etrusca y constituye la evolución de una sociedad de clases diferenciadas las cuales vivían en comunidad dentro de una trama urbana. Centrándonos en los esquemas generales de las casas romanas, la Domus, aleja las habitaciones privadas de las “semipúblicas”, estableciendo así dos niveles de relaciones, uno cotidiano y otro profesional. Estas domus, se dividen en dos fases, una que invade la casa hasta el primer patio (atrium) donde mantiene el impluvium (esquema 1), y otra en la que se amplía la vivienda hasta un segundo patio, de clara importación griega, con un peristilo rodeado de columnas (esquema 2). Se conectaba directamente con el tablinum, pieza más noble, a través de un tabique móvil o una cortina.
En el uso diario de la vivienda, la conexión del atrium con el peristilo se hacía a través de un estrecho pasillo, andrón, localizado entre el tablinum y el alae. No se sabe con certeza el uso de esta última parte de la vivienda, en la cual se podía situar la cocina y otras estancias del servicio, siempre cercanas al triclinium donde se celebraban los grandes banquetes. Algunas de estas grandes casas, podían tener una parte alta para los criados, y en ocasiones disponer de entrada directa desde la calle y estar alquiladas a otras familias.No nos olvidemos, que tras este esquema lineal, en el fondo de la parcela, se solía situar un patio que se cultivaba como una pequeña huerta, ejemplo que observamos en la domus de Flavius Germanus.
A esta tipología responde también la Domus de la Pansa y la de Trevio Valente, en Pompeya.
Pero aunque esta planta siguió desarrollándose en grandes ciudades, es más frecuente encontrar casas que no completan este esquema funcional y que sólo disponen de un atrium o peristilo. En muchas de estas ciudades, como ocurre en Volúbilis, el programa se completa a base invadir las líneas propias de una medianera recta, quebrándose y mezclándose los patios o estancias de las domus colindantes, como podríamos ver en las domus Dionysos y del Baño de las Ninfas.
De esta forma, en la domus norteafricana, observamos pequeñas variaciones en el esquema funcional, apareciendo el peristilo en primera línea que adopta la posición del atrium, el cual aparecerá en aquellas domus que contengan unidades residenciales independientes o aparezca el gineceo. Otra característica importante es la alineación del peristilo con la entrada o vestíbulo, siendo en muchas ocasiones en recodo.
El ciudadano romano, poder y clases sociales.
El romano fue siempre un ciudadano amante de sus leyes, disciplinado y respetuoso con su vida privada. La vivienda que hasta los primeros años del Imperio no sufrió cambios significativos. Ya en tiempo de Augusto, hacia la mitad del siglo I d.c., se vio recargada de decoración como reflejo del poder del imperio: mármoles que la recubrían el tablinum, lugar más escenográfico de la casa y donde se colocaban los retratos de los antepasados de la familia y los bustos de los protectores de la misma. Más tarde, se añadió a la casa puertas para el servicio, como reflejo de las diferentes clases sociales. De esta forma, hemos podido observar como en Volúbilis aparecen estas entradas junto a la principal del vestíbulo, otras traseras y otras que conectan con el oecus o tablinum desde la zona de servicio. En muchos de estos se introdujo una arcada perimetral que dividía el espacio, el central para los señores y el pasillo perimetral para el servicio. Este tipo de Oecus se conoce como corintio:
Oecus Corintio, Casa del Laberinto, Pompeya |
Oecus Corintio, Casa del Laberinto, Pompeya |
-Revista de Edificación. RE • Nº 19 • Febrero 1995. TEORÍA E HISTORIA DE LA ARQUITECTURA. La construcción romana II. FRANCISCO ORTEGA ANDRADE, DR. ARQUITECTO.
- Clases teóricas impartidas en clase.
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