Conferencia Nicolás Torices. 04 Abril 2017
"Habitar es propio de la especie humana..." Así comenzó esta conferencia. Si nos paramos a pensar sobre el concepto habitar, es una palabra clave para la definición de arquitectura: el arte del espacio concebido para habitarlo.
En la arquitectura romana, este habitar del espacio no solo se reduce al ámbito doméstico sino que se extiende a todo el ámbito edificado o "natural" hallado por el hombre. Gracias a los elementos que componen el espacio, podemos conocer en detalle su función y las formas de vivir y habitarlo de las antiguas civilizaciones romanas, estando claro su condición en la historia.
Hablamos de cuatro conceptos que resumen el habitar en el mundo tardoantiguo:
- La medida del tiempo: se diferencia entre el tiempo sacro (Dios) y el computado (mercaderes). Este último, se medía mediante los relojes solares desde las 6 am hasta las 6 pm y por las noches mediante velas e iluminarias y su duración se diferenciaban cuatro vigilias.
- Espacio: público, como las letrinas o los vestíbulos y privado.
- Arquitectura: toscano, dórico, jónico, corintio y compuesto.
- Mobiliario: mediante la filosofía del mobiliario, podemos entender el modo de vida.
Por ejemplo, sabemos que las cubículas solo se utilizaban para dormir debido a que el único mueble era la cama (lectus) situada al fondo de la estancia y con respaldo para evitar las humedades. Sabemos la función del triclinium, sala de grandes banquetes donde los hombres comían recostados en una especie de lecho o cama sin respaldo y las mujeres en sillas.
Como conclusiones personales, lo que más me llamó la atención era el papel de la mujer de en la casa romana. Era la gobernanta, la que llevaba el orden. De ahí la importancia de los gineceos en muchas de las casas estudiadas, como por ejemplo en la casa de las Fieras la cual se han llegado a algunas conclusiones de que podía pertenecer a una viuda.